Niña adolescente siendo consolada

AntonioGuillem/iStock/Thinkstock

Enfrentando Una Tragedia

Cómo Hablarles a los Niños Acerca de los Eventos Traumáticos
Cómo Hablarles a los Niños Acerca de los Eventos Traumáticos 

Tenemos el corazón partido pensando en todas las personas afectadas por el tiroteo masivo en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland. Ante ese horror indescriptible, volvemos a compartir un artículo publicado en la edición de enero del 2016 de nuestro boletín Criando a Nuestros Niños, que desafortunadamente continua siendo relevante para nuestra comunidad, nuestro estado y nuestra nación.

Las malas noticias no se pueden evitar. Todos los días somos bombardeados con fuertes escenas de fenómenos meteorológicos, de violencia social y de terrorismo, lo que puede causar una ansiedad abrumadora. Por eso los padres tienen que estar listos para hablar con sus hijos acerca de situaciones aterradoras de una manera sensible y que los ayude. A continuación, consejos de los expertos para hacerlo. 

Reconoce tus Sentimientos
Lo primero: "Es importante que los padres estén conscientes de sus sentimientos acerca del evento", dice la psicóloga clínica Nerina García-Arcement, Ph.D. Es posible que te sientas agobiado por la tristeza y el miedo, y que necesites manejar tus propias emociones antes de iniciar conversaciones difíciles con tus hijos.

De qué estar pendiente
Si, incluso después de hablar con tu hijo acerca de su ansiedad por un suceso emocionalmente alarmante, ellos muestran alguno de los comportamientos que se mencionan más abajo, busca el consejo profesional de un maestro, un consejero escolar o un psicólogo infantil. 
• Trastorno persistente del sueño y/o pesadillas intensas 
• Pérdida del apetito 
• Tristeza extrema o alejamiento; hablar de hacerse daño 
• Obsesión con el miedo y la seguridad 
• Desarrollo de ansiedad por separación u orinarse en la cama 
 

Habla con otros adultos que pertenecen a tu sistema de apoyo para ver cómo te sientes. Pon en orden tus pensamientos. Y no alejes enseguida los malos sentimientos. García-Arcement dice que las emociones reprimidas pueden desbordarse y llevar a problemas psicológicos más profundos tales como la depresión o los trastornos de ansiedad. Controlar tus propios sentimientos te puede permitir hablar con tus hijos de una manera calmada y más enfocada. 

Hazlo Poco a Poco
Si tu hijo no sabe que ha ocurrido una tragedia, piénsalo bien antes de hablar de ello. Los niños muy pequeños no tienen que saber lo que ocurrió, a menos que la situación afecte directamente a su familia. "Los niños interpretan literalmente lo que ven y lo que oyen", dice la exconsejera escolar Julia Cook, M.A., autora de Grief is Like a Snowflake. Por eso es importante limitar la exposición de los niños a los medios. Cada vez que un niño oye o ve malas noticias, puede pensar que ocurrió otra tragedia. 

Cuando surge una discusión, comienza por preguntarles lo que ya saben. "Basa la información que les das en lo que sabe tu hijo y en las preguntas que hace", dice García- Arcement. Ofrécele solo información suficiente para satisfacer sus preocupaciones y asegúrales que ellos están seguros. Evita darles demasiados detalles que puedan agobiarlos a los dos. 

¿Sientes que se te llenan los ojos de lágrimas? Es normal que los padres lloren cuando hablan con sus hijos de eventos trágicos. Eso es una expresión emocional saludable, dice García-Arcement. Tus lágrimas les demuestran a tus hijos que está bien sentir tristeza y expresarla en público. Esa es una lección importante. Lleva la lección un paso más allá dándole nombre específico a tus emociones tal como tristeza, molestia o miedo. Eso les da a los niños un vocabulario más rico para hablar de sus propias experiencias. 

Estimula la Acción
Volver a la rutina también ayuda a los niños a sobrellevar la situación, dice Cook. Pasar tiempo con los amigos y con los maestros en la escuela estabiliza el entorno de los niños y fortalece sus redes sociales, que es el determinante más importante de la resistencia. Mantén a tu familia conectada con la comunidad a través de grupos religiosos, invitando a amigos a jugar y a otras actividades, aun cuando prefieras quedarte en casa. Alejarse aumenta la angustia. 

Dale a tu hijo muchas maneras de expresar sus inseguridades sin palabras. Los juegos prácticos y las actividades de arte pueden ser terapéuticas porque le permiten explorar sus sentimientos sin la presión de las conversaciones intensas. Durante el juego, los sentimientos pueden estar disfrazados por fantasías o exagerados de forma que no te esperabas. No te preocupes. Aunque los padres no entiendan la conducta de los hijos en el juego, los expertos dicen que esa es la forma natural en que los niños le dan sentido a sus experiencias. 

Los padres también pueden ayudar a sus hijos a recuperar la esperanza, ofreciéndoles oportunidades de hacer algo al respecto de lo que sucedió. Los niños pueden hacer tarjetas para enviar a las familias afectadas por una tragedia o recoger dinero o artículos para donarlos a organizaciones caritativas. "Sentirse útiles es una manera de volver a tener control y de encontrar cierta normalidad en medio del caos", dice García-Arcement. Deja que cada niño decida si quiere contribuir y cómo quiere hacerlo.

Mantente Vigilante
Los padres no deben asumir que los niños olvidaron la tragedia solo porque ya no hablan de ella. Fíjate en los cambios notables de conducta tales como la disminución del apetito o la agresividad. Después de un acontecimiento trágico, es posible que los niños pequeños regresen a una etapa anterior de desarrollo, dice García-Arcement. Pueden desarrollar una ansiedad intensa por la separación o decir que tienen miedo a la oscuridad, aun cuando durante años han estado durmiendo a oscuras. Hazle caso a tu intuición de padre. Las reacciones de los niños a los traumas varían enormemente. 

Algunos niños tratarán de evitar hablar de lo sucedido. Cook dice que eso es perfectamente natural. "Nunca fuerces a un niño a hacer una pregunta o a hablar acerca de un incidente hasta que él esté listo", agrega. En vez de eso, crea un ambiente de apoyo lleno de abrazos y de pasar tiempo juntos. Los niños no necesitan hablar de las cosas directamente para tener un sentido de confort y seguridad.

Estate Atento
Las emociones pueden resurgir e incluso intensificarse mucho después de ocurrida la tragedia. Verifícalo periódicamente preguntándole a tu hijo cómo se siente acerca del suceso. Eso te ayudará a medir cómo están lidiando y les recuerda que tú estás dispuesto a hablar de ello. Promoviendo un espíritu de apertura y compasión, tus hijos sabrán que pueden compartir contigo cualquier cosa que tengan en su mente. 


¿Necesitas Más Ayuda?

También puedes acudir a los siguientes recursos para más información sobre cómo navegar las tormentas emocionales con tu hijo: 

Sitios en Internet y Artículos Noticiosos
• Children's Bereavement Center www.childbereavement.org
Talking With Children About Loss
• Child Trends www.childtrends.org
Resources to Help Children in the Wake of a School Shooting
• National Association of School Psychologists www.nasponline.org
Talking to Children About Violence: Tips for Parents and Teachers
• National Child Traumatic Stress Network www.nctsn.org/trauma-types
Terrorism and Natural Disasters
• Healthy Children www.healthychildren.org
Talking to Children about Tragedies and other News Events
• Substance Abuse and Mental Health Services Administration www.samhsa.gov
Tips for Talking With and Helping Children and Youth Cope After a Disaster or Traumatic Event: A Guide for Parents, Caregivers and Teachers
• Center for Parenting Education www.centerforparentingeducation.org
When Disaster Strikes: Talking to Children About Traumatic Events
• Mayo Clinic www.mayoclinic.org
Helping Children Cope: Tips for Talking about Tragedy
• Huffington Post www.huffingtonpost.com
9 Tips for Talking to Kids About Trauma

Libroso
Children and Trauma: A Parent's Guide to Helping Children Heal* de Cynthia Monahon 
The Scared Child: Helping Kids Overcome Traumatic Events* de Barbara Brooks y Paula M. Siegel 
A Brighter Tomorrow: A Workbook to Help Kids Cope with Traumatic Events de Erainna Winnett (para niños de 7 a 12 años) 
A Terrible Thing Happened de Margaret M. Holmes (para niños a partir de 4 años) 
Why Did it Happen? Helping Children Cope in a Violent World* de Janice Cohn (para niños a partir de 3 años) 

* Disponibles en las Bibliotecas públicas de Miami-Dade.

211 Helpline
Financiada por The Children's Trust, la línea de ayuda 211 cuenta, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, con personal especialmente entrenado por consejeros de Jewish Community Services of South Florida y está disponible para padres, cuidadores y adolescentes que busquen información y referidos a recursos locales de consejería de crisis. 

Compilado por Elisa Chemayne Agostinho